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viernes, 27 de septiembre de 2013

Padre Zezinho - Una Canción para mi Dios (1974)


José Fernandes de Oliveira, SCJ, mejor conocido como Padre Zezinho, nació en 1941 y es un sacerdote católico mejor conocido como escritor y músico de gran popularidad, convirtiéndose en uno de los mayores fenómenos mundiales dentro de la música cristiana. . En el año 2010 recibió una nominación para los premios Grammy, en la categoría de mejor album de música cristiana en portugués.

De su disco Ciudadanos del Infinito de 1974, presentamos el tema Una canción para mi Dios. Sobre este tema, el Padre Zezinho reflexiona

Los limpios de corazón, ésos verán a DIOS,
y lo verán en la naturaleza, en las cosas, en la vida animal y en el hombre.

Cuando no veo a DIOS en el hermano que llora,
cuando no veo a DIOS en la alegría de los hombres,
cuando no veo a DIOS en las cosas bonitas,
seguramente no soy limpio de corazón.

Una canción para mi Dios
Padre Zezinho
Disco Ciudadano del Infinito (1974)

El rocío de la mañana
me habla de mi Dios,
el rumor que llega con la brisa,
me habla de mi Dios.

El pájaro que canta y canta,
me habla de mi Dios,
y canta una canción mi vida,
la canción que hice para Dios.

Oh oh oh ho ho, i li re,
Oh oh oh ho re re, i li ra
iiii le re le re le aleluya
iiii le re le le le aleluya.

Las lágrimas de un hombre triste
me hablan de mi Dios.
La alegría que en el mundo existe,
me habla de mi Dios.

La esperanza de una vida nueva,
me habla de mi Dios.
El amor es brote que renueva
la canción que hice para Dios.

Ah, ah ah, ah, ah, aha.....

Francisco Palazón - El Auxilio me viene del Señor - Salmo 26 (1979)


Francisco Palazón nació en Madrid en 1935. Realizó sus estudios musicales de órgano, obteniendo el Título Profesional y el de Profesor de Composición en el año 1971 en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Asimismo estudió canto Gregoriano en la Escuela Superior de Música Sacra de Madrid donde se diploma en Canto Gregoriano. Fue profesor y director de la "Schola Cantorum" en el Seminario Conciliar de Madrid.

En el Salmo 26 el creyente expresa su confianza en Dios ante el peligro. Al finalizar este día, en el que probablemente habremos tenido nuestros momentos de desaliento, hagamos nuestra esta oración, abandonándonos confiadamente en los brazos de Dios. Él nos protegerá en su tienda, nos esconderá en lo escondido de su morada, y levantaremos, finalmente, la cabeza sobre los enemigos que hoy nos atemorizan. 

El Auxilio me viene del Señor (Salmo 26)
Francisco Palazón.
Disco Caminando Hacia El (1979)

El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra,
el auxilio me viene del Señor.

El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quien temeré,¿a quien temeré.
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar.

El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra,
el auxilio me viene del Señor.

Me protegerá en su tienda, 
el día del peligro,
me esconderá en su morada, 
me alzará sobre la roca.

El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra,
el auxilio me viene del Señor.

Una cosa pido al Señor,
eso buscaré,
habitar en su casa,
por los días de mi vida.

El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra,
el auxilio me viene del Señor.

viernes, 10 de febrero de 2012

Lucía Méndez - Padre nuestro (1984)


De su album "Sólo una mujer", grabado en 1984, Lucía Méndez nos recuerda la oración suprema por excelencia, pronunciada por nuestro Señor Jesucristo en persona, quien nos enseño así cómo debemos dirigirnos para rezar a nuestro Padre creador.

PADRE NUESTRO

Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros, venga a nosotros tu reino
y hágase tu voluntad,
así en la tierra como en el cielo,
así en la tierra como en el cielo.

Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros, venga a nosotros tu reino
y hágase tu voluntad,
así en la tierra como en el cielo,
así en la tierra como en el cielo.

Amén, amén,
amén, amén.

El pan nuestro, de cada día,
Señor nuestro, dánoslo hoy.
Perdónanos, perdónanos nuestras deudas,
así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.
No nos dejes caer en la tentación,
más líbranos del mal, líbranos del mal,
líbranos del mal, líbranos del mal,
Amén.

Amén, amén,
amén, amén.